8 de abril de 2020
EN LAS NUBES
Un paraíso ficticio
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Sería un desatino no dar a conocer lo que con motivo de beber una a la una, nos envía una recatada dama que descubrió lo que pasa por beber más de una a la una.
Y no se refiere, dice, a nadie en particular.
Incluye a periodistas, poetas, científicos, escritores. Y a políticos, como el bien llamado Borólas.
Si alguna vez consumiste grandes cantidades de alcohol, existe una buena posibilidad de que no puedas recordar parte del tiempo mientras estabas intoxicado.
Los estudios demuestran que el alcohol puede evitar que el cerebro transfiera datos de la memoria a corto y largo plazo.
Interfiere con los receptores de su cerebro que transmiten glutamato, un compuesto que transporta señales entre las neuronas.
Son los encargados de enviar señales entre partes del cerebro.
Esto hace que algunas neuronas funcionen.
Y las bloqueadas, evitan que diferentes partes de tu cerebro se comuniquen entre sí y recuerdes los eventos que ocurrieron durante ese tiempo.
Y con armonía, tras aceptar que ya se moderó, pondera nuestro saludo de una a la una.
Esta admonición nos permite platicar al respecto que el premio para la ciudad más mítica y ridícula fue para la gente medieval que formó Cockaigne, una ciudad utópica abundante en comida, libertad sexual y embriaguez perpetua.
Este paraíso ficticio fue formado por campesinos en la Edad Media, y a menudo se lo considera una parodia del paraíso.
Los primeros registros de Cockaigne, pronunciados exactamente como la droga favorita de Sigmund Freud, lo adivinaste, cocaína, datan de finales del siglo XII.
Y se describen como una tierra donde las casas están hechas de pasteles, la comida llueve del cielo y los ríos. Están hechos de vino.
Una de las representaciones más famosas de esta tierra de fantasía pertenece al famoso artista holandés Pieter Brueghel the Elder, donde muestra a personas tumbadas en la hierba rodeadas de alimentos fácilmente disponibles, como un cerdo asado y un huevo con cubiertos en ellos con la esperanza de ser comido.
Y luego de este entremés. Vaya botana. Vayamos a una experiencia con actor.
Al Pacino es reconocido a nivel mundial, su nombre real es Alfredo James Pacino. Nacido en el barrio del Bronx, en Nueva York en los Estados Unidos en 1940.
Su carrera profesional ha sido ampliamente galardonada.
Entre sus actuaciones más destacadas se encuentra sus papeles en El Padrino, Cara cortada, Perfume de mujer, El abogado del diablo, No conoces a Jack, El informante, entre muchos otros filmes.
El irlandés, la más reciente sobre la vida de un líder gremial, Hoffa.
A continuación, palabras célebres del actor.
Si tuviera la oportunidad de ser otra cosa, sería actor.
Para mí no se trata de a quién amas (un hombre, una mujer) es el hecho de a quién amas. Eso es lo que de verdad importa.
Ahora soy muy tímido. Llevo gafas de sol vaya a donde vaya.
Nunca estarás solo si tienes un libro.
Es sencillo engañar a los ojos, pero es difícil engañar al corazón.
A veces es mejor estar con el demonio que conoces que con el ángel que no conoces.
Te diré algo sobre Dios: es el peor casero del mundo.
En la vida hay que saber tres cosas: no rogar nada a nadie, no confiar en nadie y no esperar nada de nadie.
Ten tus amigos cerca, pero más cerca a tus enemigos.
No hay método. Hay que ser natural.
El actor se convierte en un atleta emocional. El proceso es doloroso: mi vida personal sufre.
Siempre cuento la verdad, incluso cuando miento.
Algunas personas viven toda una vida en un minuto.
Vivir en el Bronx te enseña que la vida es dura, pero te curte para poder afrontarla.
El amor está sobrevalorado. Bioquímicamente no es diferente a comer grandes cantidades de chocolate.
craveloygalindo@gmail.com