COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro Rentería Arróyave

Para martes de marzo de 2020

SEGUNDA PARTE

Como es del conocimiento público, el abogado-humanista, don Saúl Uribe Ahuja, ingreso a la Academia Nacional de Historia y Geografía, patrocinada por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, el pasado jueves 27. Fue un honor, en la ceremonia solemne y emotiva, dar a conocer su semblanza, que ahora en tres entregas la reproducimos integra:

Recibió un diploma de la UNAM por el promedio de 9.8, el premio Miguel Lanz Duret. Se recibió como abogado con la Tesis de “Derecho Natural”, concepto que hoy se conoce como Derechos Humanos. Fue alumno de los maestros, Rafael Preciado Hernández y de Héctor González Uribe. En Derecho Penal con los maestros: Carlos Franco Sodi, y Francisco González de la Vega.

Con otros compañeros de clase, abrió despacho dedicado al Litigio. Defendió a los Pica-piedra que iban al Pedregal de San Ángel a romper la roca destinada a cimientos. Patrocinó el divorcio de la Sra. Creban, discutido por dos semanas, que le diera el Amparo y la versión taquigráfica de la discusión, tiene más de 100 páginas Luchó por el Patrimonio de la Fundación “Gonzalo Río Arronte”, fue dos veces Consejero de la Cruz Roja Mexicana.

Su papá, le heredó la Hacienda de San Francisco Ocotepec en los Llanos de Apan, que fuera de la heroína Leona Vicario, “Benemérita Madre de la Patria”. En convenio tripartita con el presidente Ruiz Cortines y el Secretario de Comunicaciones Carlos Lazo, convocó a los agricultores para hacer en 1952 el camino pavimentado de Apan a los límites con el Estado de Tlaxcala. Reconstruyo el Casco de la Hacienda San Francisco Ocotepec, que heredara de su padre. La ha enriquecido para enaltecer la finca que perteneciera a “Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria”, hasta lograr que fuera declarada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, I.N.A.H., “MONUMENTO HISTÓRICO”.

Convenció a la Diputada Maribel Solís Barrera, para presentar iniciativa para que el 2020 fuera declarado “Año de Leona Vicario”. Gestión con objetivo que culmino en éxito. Estamos en “El Año de Leona Vicario”. Con esa creatividad que le es propia Saúl Uribe Ahuja, convocó a un grupo de distinguidos mexicanos, para crear la “Fundación Leona Vicario” de la que es Presidente Vitalicio.

Casó con Luz Barroso en 1957, y tuvieron ocho hijos, de los que salieron seis empeñados en fastidiar a su padre, porque les dio alto nivel de vida y posición social. Por lo que, el comportamiento como desleales adversarios, codicia sin escrúpulos, lo suplantaron ante Notario Púbico, cómplice en escritura falsa, haciéndoles donación simple de la Hacienda de Ocotepec, donde construyó 21 recámaras con baño, luz eléctrica, y pozo profundo. Es decir, una supuesta donación o donación dolosa. 

Contribuyó a que la UNESCO en decisión de julio de 2015, declarara al Acueducto Tembleque como “Patrimonio de la Humanidad”, obra única excepcional tiene: 137 arcos y 43 km. de desarrollo. El acueducto más largo y alto en el mundo y en perfectas condiciones. Dos infartos cerebrales le dejaron con algunas limitaciones físicas, sin embargo, sigue gozando de una mente lúcida, con la que demuestra su brillante inteligencia y sabiduría.

Las antípodas están  presentes en este hombre de brillante intelecto y por tanto de humildad en sus relaciones de amistad o de hermandad. En efecto, su situación que se supondría lo tendría postrado, para él, lo contrapuesto en su rutina, nada lo arredra y vive plenamente su circunstancia y su tiempo.

Por ello, sigue incansable en la defensa de lo suyo, “El Acueducto Tembleque” y el despojo de los Terrenos Nacionales del Recinto Religioso de “Todos los Santos” en Zempoala. Su acervo bibliográfico, de más de 35,000  volúmenes, los donó en Patrimonio a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Participa activamente en las organizaciones gremiales: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos FAPERMEX y el Colegio Nacional de Licenciados Periodismo, CONALIPE, como miembro distinguido, Sus artículos periodísticos son publicados, entre otros medios, por el Diario “Impulso” del Estado de México. Por todo ello y más, que sería prolijo relatarles, se le reconoce  como un: Destacado Abogado Humanista. Es, en esencia, una lección de vida.