Frente al Monumento a la Libertad de Expresión de Morelos, integrantes de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y del Colegios Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, hicieron suyo el reclamo de los compañeros de la entidad ante el acecho, agresiones, amenazas, espionaje, ataque directo con armas de fuego y allanamiento a instalciones de medios de comunicación, además del ambiente de polarización propiciada desde el equipo del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.
En ese sentido, en voz del comunicador Marcos Pineda Godoy, conocieron de la serie de sucesos que han llevado al extremo de que las instalaciones de medios de comunicación han sido víctimas de ataques directo con armas de fuego al igual que la sede de la Comisión de derechos Humanos de la entidad sin que haya exisitido alguna detención en flagrancia.
Se informó del permanente acecho y señalamientos de funcionarios de la Comisión Estatal de Seguridad, CES Morelos, que lejos de cumplir su obligación, se han encargado de divulgar quienes visitan las instaciones de los medios ajenos a los intereses del Poder Ejecytuvo estatal.
Por su parte la presidenta de la FAPERMEX, Eva Guerrero Ríos, comprometió, como lo hizo, considerar este reclamo en los trabajos de la asamblea de las agrupaciones para que queden integradas en la relatoría y declaratoria de los trabajos; al tiempo manifestó su preocupación ante la difícil circunstancia por la que cruzan periodistas críticos del regimen actual en Morelos.
El Profesor Pablo Rubén Villalobos Hernández además de explicar el origen y contenido del Monumento, denunció los hechos de vandalismo de que fue objeto y que deben ser consideradas como un ataque directo a la tarea gremial y por ende a la libertad de expresión. En el espacio se contienen los nombres de todos los periodistas fallecidos que sirvieron a la entidad federativa desde su creación en 1869.
Teodoro Rentería Villa, presidente de la APECOMOR, explicó que ls placas de bronce que habían sido ya aflojadas por vándalos se mantienen en resguardo ante la falta de compromiso de las autoridades para su vigilancia; ante ello fueron colocadas lonas impresas con los nombres de los periodistas caídos.