COMENTARIO A TIEMPO
Por Teodoro Rentería Arróyave
Para jueves 15 de marzo de 2018
CUARTA PARTE
Ya antes de participar en el Foro Dos Sesiones que organizó la flamante directora de la Revista China Hoy, Liu Shuangyan, apenas llegada a nuestro país, nos entrevistaron después de la bienvenida en las oficinas de la publicación para América Latina de Paseo de la Reforma de esta Capital de la República, en la que al igual que en el encuentro, nos referimos al enorme y sorprendente desarrollo de la gran nación asiática que nosotros destacamos como el resultado de las tres grandes etapas históricas en que se ha enmarcado hasta ahora su destino para bien de su pueblo en particular y para favorecer a la humanidad toda en lo general.
La primera etapa, que encabezara Mao Zedong, el “Padre de la Patria”, que se inicia en 1949 con su liberación y la creación misma de la República Popular de China; fue, dijimos, cuando ocurrió ese cambio en verdad abrupto por necesario para lograr la transición del sistema imperial que padecían al sistema socialista que prevalece, con la precisión de que se sostiene en base a sus características chinas.
La segunda que inscribiera Deng Xiaping el “Padre de la China Moderna” a partir de 1978 con la Reforma Económica y Apertura al Exterior. Todavía en nuestro primer viaje a ese impresionante país en 1993, nos encontramos grandes núcleos de pobreza, inclusive en la ciudad capital Beijing; las parvadas de bicicletas que circulaban en forma anárquica, y sin embargo por la destreza de sus tripulantes, jamás fuimos testigos de un accidente. En esa ocasión se me ocurrió decir que había mil bicicletas por un automóvil y todos sus habitantes, desde los altos funcionarios hasta los más humildes, hombres y mujeres vestían el traje “Mao”.
Llegamos al Aeropuerto Internacional, que estaba militarizado, como casi todo: los hoteles, con un soldado en cada piso; los restaurantes, y no se diga los edificios gubernamentales y las plazas públicas.
Lo que más nos llamó la atención de aquel y subsecuentes viajes, fue la decisión de Deng Xiaping de iniciar el desarrollo, al contrario de todas las experiencias de las naciones en el mundo, del campo a las ciudades.
Nos llevaron a conocer, no uno, varios de esos desarrollos rurales, para demostrarnos que no se trataba de lugares con propósitos escenográficos de propaganda. Los campesinos trabajaban el campo y se repartían, las actividades, sobre todo en los jóvenes para crear estos polos de desarrollo, en los que había los propios del campo, como son la industrialización de sus productos, fábricas de ventanas y puertas, de bicicletas y hasta de llantas para toda clase de automotores. Así se inició este gran desarrollo de China que admira al mundo entero. CONTINUARÁ.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org