COMENTARIO A TIEMPO
MOLTÓ MURIÓ EN COMBATE
Por Teodoro Rentería Arróyave
Para viernes 18 de agosto de 2017
A Miguel González Alonso, con quien dimos mil batallas por las libertades de prensa y expresión y la integridad física de los periodistas. In Memóriam.
CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA. El querido amigo y respetado colega Tubal Páez, en la exequias la Habana del compañero bien amado y reconocido, Antonio Moltó, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, UPEC, quien recién emprendió el viaje al éter eterno, afirmó: “MOLTÓ NO MURIÓ EN CAMA. MURIÓ EN COMBATE”, aquí la reseña.
“Decir el último adiós” es una frase demasiado lacerante, definitiva. Hoy los corredores, salas y lugares comunes de la Casa de la Prensa no alcanzan para albergar a los colegas que de todos los rumbos llegaron para homenajear a Antonio Moltó, quien como dijera la periodista Alina Perera en un mensaje enviado desde Venezuela, emprendió el viaje hacia otra dimensión donde también necesitan las ideas de este hombre excepcional.
Una Casa rebosante. “Moltó no murió en cama. Murió en combate”, exclamó Tubal Páez, presidente de honor de la UPEC, ante el auditorio. Luego una ola de aplausos rompió el silencio y sirvió de homenaje de parte de aquellos que por la premura del tiempo y los sentimientos agolpados no pudieron pararse en el estrado.
Unos y otros que como el periodista Jorge Legañoa nos hizo llegar en un trozo de papel con el siguiente mensaje: “A Moltó aun lo requerimos: por su verbo vibrante, su pasión; su fe en los jóvenes; pero sobre todo, por su lealtad a Cuba y al periodismo”.
Por la misma línea, Gustavo Robreño comentó que su proverbial forma de ser y esa habilidad de saber relacionarse con los demás (tanto con los colegas como con profesionales de otras ramas) lo llevaron a convertirse en un verdadero líder dentro del mundo de la prensa.
Juan Carlos Camaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, resaltó que uno de los principales pilares de su legado es la concientización de la necesidad de contar con los jóvenes, quienes son los encargados de “seguir las ideas de la Revolución, la UPEC y la FELAP”.
De un mensaje de condolencia del presidente de Nicaragua Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, a familiares, amigos y colegas de Moltó fue portador el embajador de esa nación en Cuba, el excelentísimo señor Luis Cabrera González, quien, además, resaltó la indestructible amistad personal que lo unió al presidente de la UPEC cuando trabajó en este país.
Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas e integrante del Consejo de Estado, expresó sus condolencias a la familia de Moltó y a las colegas de la Editorial de la Mujer e hizo un llamado a resguardar la obra del excelente periodista que despedimos hoy, además dijo que el cumplimiento del deber diario es el mejor homenaje que se le puede rendir.
Fueron numerosos los mensajes que leyó la vicepresidenta de la UPEC, Bárbara Doval, durante el acto de homenaje, en ellos resaltó las palabras precisas, las loas sinceras, las valoraciones justas y precisas que llenaron de emoción a todos los que estaban en la Casa de la Prensa.
Son muchos los mensajes que circulan por las redes sociales y los medios tradicionales, desde que se conoció la triste noticia de la muerte de Moltó. “Hoy en las redes sociales se hace viral la nostalgia por su muerte”, escribió una colega.
Mientras, Isabel Moya, Premio Nacional de Periodismo José Martí escribió “palabras… no puedo” y Maribel Acosta dijo: “Mi respeto inmenso. Mi memoria” y el santiaguero Guevara sentenció con una frase que resume el sentir de muchos: “su mejor crónica fue su propia vida”.
Fueron muchos los colegas que hablaron y expresaron sus sentimientos, su admiración y su compromiso con él “genio de las metáforas. Construía imágenes con las palabras con la facilidad de un mago”, como expresara Yirmara Torres, presidenta de la UPEC en Matanzas.
Antes de concluir el homenaje Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo José Martí, recordó los años de amistad que lo unieron a Moltó y señaló que “…quizás su educación sentimental, la índole noble de su carácter le facilitó conducir procesos, orientar profesionales. Y, sobre todo, sumar voluntades. Porque tenía la virtud de sorprenderte”.
Un mensaje de la Presidencia de la UPEC a sus afiliados fue leído por Aixa Hevia, vicepresidenta primera, donde se hace un llamado a la unidad, a encarar con firmeza y valor el proceso del X Congreso y continuar defendiendo y amando la obra que construyera Moltó”. Sin duda así será. In Memóriam.