16 de abril de 2020 

EN LAS NUBES 

Nuestro respeto a ellas 

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Porque se lo merecen. Se lo han ganado. Y son mujeres que nos soportan. Nuestro respeto a ellas.

Rosa María Campos, poeta, escritora, periodista y productora de café, en Veracruz, nos advierte con sapiencia que no es el aislamiento tu problema, sino el miedo a enfrentar tus dragones interiores 

De esos que siempre quisiste alejar de ti. Ahora no puedes huir.

Míralos a los ojos, escúchalos y descubrirás que te pusieron contra la pared.

Te han aislado para poder hablar contigo.

Como las semillas que solo pueden brotar si están solas.

 Ella, Rosa María, nos estimula en su prosa siempre amable.

 Con todo cariño y mejores deseos a mis queridos amigos

 Cómo puedo enfrentar el aislamiento.

 Limpia tu casa. A fondo. En todos los rincones.

Incluso los que nunca tuviste ganas, el coraje y la paciencia de tocar.

Haz que tu casa sea brillante y cuidada. Quita el polvo, las telarañas, las impurezas. Incluso las más ocultas.

Tu casa te representa a ti mismo: si cuidas de ella, también te cuidas.

Arregla lo que se puede arreglar y elimina lo que ya no necesitas.

Dedícate al remiendo, borda los arranques de tus pantalones, cose bien los bordes deshilachados de tus vestidos, restaura un mueble, repara todo lo que vale la pena reparar.

El resto, tíralo. Con gratitud.

Y con conciencia de que su ciclo ha terminado.

Arreglar y eliminar fuera de ti permite arreglar o eliminar lo que hay dentro de ti.

Qué puedo hacer todo el tiempo solo.

Siembra.

Incluso una semilla en un jarrón.

Cuida una planta, riégala todos los días, háblales, dale un nombre, quita las hojas secas y las malas hierbas que pueden asfixiarla y robarle energía vital preciosa.

Es una forma de cuidar tus semillas interiores, tus deseos, tus intenciones, tus ideales.

 Y si llegan el miedo a la enfermedad y a la muerte.

Háblales.

Prepara la mesa para ellos también, reserva un lugar para cada uno de tus temores.

Invitarles a cenar contigo. Y pregúntales por qué llegaron desde tan lejos hasta tu casa. Qué mensaje quieren traerte.

Qué quieren comunicarte.

No es el aislamiento tu problema, sino el miedo a enfrentar tus dragones interiores Esos que siempre quisiste alejar de ti. Ahora no puedes huir.

Míralos a los ojos, escúchalos y descubrirás que te pusieron contra la pared.

Te han aislado para poder hablar contigo.

Como las semillas que solo pueden brotar si están solas.

Y también en respuesta a nuestro comentario de Recemos por ellos, doña Rusia MacGregor, nos platica, muy breve de los hermanos Luis Enrique y Carlos Mejía Godoy, cantautores de Nicaragua. 

Y nos comparte de su padre el poeta Carlos MacGregor un responso. En Blanco y Negro.

“Los hermanos Mejía Godoy son unos grandes artistas. Mi suegra es nicaragüense y por ella los llegué a conocer musicalmente. 

Me gusta más la voz e interpretaciones de Carlos, pero ambos son magníficos.

Va este poema de mi padre a Luther King:

Una bala de blanco en el Blanco;

¡el Blanco era negro!

una negra esperanza que cae;

una verde carreta y dos mulas

llevando el cadáver…

Tú Memphis, cambiaste los polos:

la luz de la abierta ventana era negra;

la sombra del hosco cubil

era blanca…

¡Oh, torpe contraste!

Lo blanco fue negro y lo negro fue blanco:

Cambiando los polos y el alma.

Luther King era negro:

la bala de plomo fue blanca…

Luther King era negro:

la mira del rifle fue blanca…

¡Oh, Memphis, tugurio maldito

de gente malsana y cobarde;

hediondez de fango;

lodazal de perros;

fétida guarida de los osos blancos!

Luther King ya no es negro;

Luther King ya es blanco,

más blanco que todos los blancos de Memphis,

y blanco más blanco

que todos los blancos luceros…

Una verde carreta y dos mulas

Van llegando al cielo.

Sí. Recemos por ellos. Y aplaudamos a ellas, que todo se merecen y poco se les da.

craveloygalindo@gmail.com