ENTÉRESE
Por Teodoro Raúl Rentería Villa
Lunes 20 de enero de 2020
Encuestas vs Informe en Morelos
La coincidencia en las diversas encuestas, que ubican entre los últimos lugares, ya sea al Gobernador o al estado de Morelos, solo pueden advertir su certeza y confiablidad.
Las cifras, de acuerdo con las diferentes mediciones y cruce de datos, son contundentes; Morelos y Cuauhtémoc Blanco Bravo carecen de rumbo.
El interesante estudio estadístico que conjuntamente levantaron Campaigns & Elections México y Varela Asociados, ubican en el sitio 31 a la entidad y en un porcentaje de 61% de exigencia de renuncia al titular del Ejecutivo.
Mitofsky y El Economista dan el lugar 29 a Morelos; la desaprobación hacia el Gobernador Cuauhtémoc Blanco es de 81.7%.
Arias Consultores, por séptimo mes consecutivo, coloca en el sótano a nuestra entidad y a Blanco Bravo: tan solo con 5.6 de calificación, en cuanto a aprobación, queda en la casilla 31. Sin embargo, en el espacio 32, convergen los rubros de ausencia de empresarios para invertir, mejora de apoyos a personas de escasos recursos, mejoras en el turismo, corrupción, economía y empleo, percepción de inseguridad al habitar en el estado.
Massive Caller en su más reciente análisis sobre aprobación de gobernadores establece el espacio 31 para Cuauhtémoc Blanco con el 21% y con el mismo porcentaje y ubicación para el estado de Morelos.
Ante esta cruda realidad, en la cercanía del Primer Informe de Gobierno, las cifras que se compartan por maquilladas que se presenten no pueden revertir la percepción expresada en las encuestas.
Tal vez el mensaje político sea el que pueda rescatarse, el compromiso o tal vez anuncio de decisiones que adviertan control desde la cabeza del gobierno; nos es de esperarse una pieza de oratoria ni retórica, tampoco es ese el reto.
Al arranque del segundo año de gestión y las pésimas calificaciones obtenidas se hace urgente que el Gobernador Cuauhtémoc Blanco retire de su lado a quien se logró ubicar, desde la Oficina de la Gubernatura, como un personaje de excesivo control y de permanente amenaza a quien se atreva a rebasarle en su relación con su representado: José Manuel Sanz Rivera.
Claro está que su sola salida, de concretarse, no resolverá el tema de fondo… Cuauhtémoc Blanco Bravo debe abrirse al diálogo, ser humilde ante la crítica, aplicar la tolerancia y acercarse a quienes alejó como consecuencia de los malos consejos del asesor/representante.