A los 91 años de edad falleció el decano del periodismo poblano, don Enrique Montero Ponce; su nieta Ana Montero, confirmó en su cuenta digital de Twitter la lamentable noticia.
Enrique Montero Ponce logró ganar tres certificados Guinness World Records por su trayectoria en la radio y fue reconocido por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos con el Premio México de Periodismo “Ricardo Flores Magón” en 2014.
El Consejo Directivo y el Comité de Vigilancia, Honor y Justicia de la FAPERMEX, encabezados por Juan Ramón Negrete y Oscar Alviso, hacen patente su reconocimiento a la trayectoria del periodista y extienden su solidaridad con familiares y amigos.
El presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, Dr. Teodoro Rentería Arróyave publicó con toda oportunidad la noticia:
“Amigas y Amigos Colegas: Con infinita tristeza les informo el viaje al éter eterno de don Enrique Montero Ponce, decano de los periodistas de Puebla, reconocido colega y gran amigo. Nuestra solidaridad en su dolor a su familia y a todos compañeros de esa querida entidad. El gremio organizado. Teodoro Rentería Arróyave”
El gobierno del estado de Puebla, encabezado por Miguel Barbosa, manifestó su pésame al conocer de la partida del comunicador con más de 70 años de trayectoria profesional.
El 15 de noviembre, don Enrique logró el tercer reconocimiento Guinness tras 50 años ininterrumpidos frente a un micrófono; su espacio Tribuna Comunicación tituló la nota “¡Misión cumplida! Enrique Montero Ponce logra una hazaña imbatible!”
50 años, 600 meses, 18 mil 250 días detrás del micrófono cada mañana. Enrique Montero Ponce se convirtió este 2019, en el conductor del programa radiofónico con mayor cantidad de emisiones ininterrumpidas en todo el mundo.
El niño de trece años que arrancó las lágrimas de profesores y compañeros con su discurso de fin de graduación, no se imaginó ni en sus mejores sueños, que casi 8 décadas después arrancaría una ovación interminable de cariño y admiración, de cuatro generaciones de poblanos que han crecido escuchándolo.
La voz rasposa que se ha quedado inscrita para siempre en la memoria colectiva de toda una ciudad, recibió emocionada el reconocimiento de Guinness World Records, que por tercera ocasión ha dado fe de la constancia y apasionamiento del hombre sin el que sería imposible entender la historia del periodismo en Puebla.
La efervescencia política de los setentas quedó atrás. Las porras que incluían jocosos recordatorios de familia, hoy son una simpática anécdota. La cena en que Montero Ponce consiguió sentar a conservadores y liberales, es capítulo desconocido para las actuales generaciones.
Porque el paso del tiempo es inclemente, pero también justo, y es ese acumulado de días, meses y años frente al micrófono el que hoy le otorga el reconocimiento más amplio. Hoy su nombre se explica como una especie de leyenda, un monstruo mitológico que hasta hace poco dividía su tiempo entre la redacción y la llamada de algún gobernador solicitando consejo.
Entre los espectáculos deportivos y la chorcha con algún líder ambulante. Hoy, arropado por familiares, amigos, su equipo de trabajo, funcionarios y representantes de la clase política y empresarial de la entidad, Montero Ponce ha conseguido inscribir su nombre, por tercera vez consecutiva, en los libros Guinness World Records con una hazaña prácticamente imbatible.
Enhorabuena don Enrique, hoy el tiempo, su auditorio, su Puebla querida le dicen: misión cumplida.