COMENTARIO A TIEMPO


Por Teodoro Rentería Arróyave

Para martes 16 de abril de 2019

DÉCIMA SÉPTIMA PARTE

En un principio la autoridad había dispuesto que nuestra primera concesión de radiodifusión se ubicara en Arispe, Sonora. En vista de ello programamos un viaje para conocer el destino de nuestra futura inversión. Sabíamos de la ciudad de Ramos Arizpe, Coahuila, pero nada sobre esta localidad, que según nos informaron fue la capital de la región minera.

Es un municipio que se localiza en el centro del estado, en la región de la Sierra Madre Occidental, cercano a la afluencia del Río Sonora. Desde Hermosillo iniciamos la travesía de la montaña mi hijo Teodoro Raúl, mi sobrino Ricardo, hijo mayor de mi hermano Fortino Ricardo, a quien en su memoria hacemos estas remembranzas y el autor.

Fue toda una aventura, después de varias horas llegamos a Arizpe, a la cabecera del mismo nombre. Un pueblo fantasma, un puñado de hombres porque la inmensa mayoría trabajaba de inmigrantes en Estados Unidos; una maquiladora de ropa donde laboran sólo mujeres, una escuela, la iglesia, una tienda de abarrotes con carnicería y botica, un bar con tres parroquianos y las calles desiertas. El drama de nuestros pueblos: sin nada en que ocuparse se provoca el éxodo de nuestra fuerza de trabajo para que subsistan sus familias.

Lo tomamos con calma, platicamos con algunas personas que amables nos contestaban todas nuestras dudas. Conclusión, imposible instalar en esa localidad una radiodifusora de Frecuencia Modulada de 50 mil watts de potencia. ¿A quién la íbamos a destinar? ¿Quién nos iba a escuchar? ¿Cómo y Cuándo se iba a recuperar la inversión? Y continuamos la aventura.

Expresé una broma: “Aquí sólo se puede instalar Radio Lagartija, La Voz de la Piedra”, en verdad admito que me equivoqué, después me ilustre y supe que Arizpe viene de Aritpa del idioma ópata y quiere decir “Lugar de hormigas bravas y coloradas”, por tanto debí de haber dicho “Radio Hormiga”. Seguramente los técnicos se fueron “con la finta”, en tiempo de la Colonia, Arizpe como ya dijimos  fue la capital de la zona minera del Occidente mexicano.

Nuestro consanguíneo esperaba ansioso noticias nuestras, no teníamos forma de comunicarnos, los amables Arispenses nos aconsejaron que siguiéramos camino que no regresáramos y que así llegaríamos a Nogales, quién lo iba a suponer, donde finalmente fue el lugar que se nos asignó para nuestra primera radiodifusora.

Otro viaje los hicimos en una avioneta de Hermosillo a Nogales, mi hijo Teodoro, un colega, el piloto y el que esto escribe. Otra vez en plena Sierra el capitán, muy avezado, nos platicó que precisamente en el claro de la montaña que divisábamos desde arriba, hacía tres meses se había precipitado precisamente en la nave en la que ahora nos trasladamos, “pude planear -nos relató-, y por ello se pudo arreglar, no se preocupen, este cacharro llega a todos lados.

Fortino, entre fascinado y angustiado escuchó nuestras aventuras. Su primogénito había participado en una de ellas. CONTINUARÁ.

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mxteodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.infowww.ciap-felap.orgwww.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org