Detenido uno de los torturadores de la periodista Lydia Cacho

El arresto de Alejandro Rocha, acusado de participar en vejaciones y tortura, se produce 13 años después del suceso, del que Cacho denuncia que sigue habiendo implicados impunes.

13 años después, la policía mexicana anunció la detención de uno de los presuntos torturadores de la escritora Lydia Cacho, Alejandro Rocha Laureano. De acuerdo con la policía, Rocha Laureano, de 53 años, funcionario de la Fiscalía de Puebla, fue detenido en un domicilio de la capital poblana. El policía está acusado de participar en la detención de la periodista, escritora y activista Lydia Cacho, en 2005. Cacho, que desde hace unos días se ha visto obligada a llevar de nuevo escolta armada, aseguró que se trata del tercero de los 17 implicados en su tortura.

Los hechos que provocaron la detención se remontan a 2005, cuando la escritora y periodista fue detenida después de que Kamel Nacif, conocido como El Rey de la mezclilla, la denunciase por los delitos de difamación y calumnias tras la publicación del libro, Los Demonios del Edén, en el que la escritora describe fiestas en las cuales se pervertía a menores de edad.

Cacho fue detenida por 10 personas en Quintana Roo, al sur del país, nueve meses después de que su investigación fuera publicada. El grupo la trasladó en una camioneta hasta el Estado de Puebla en un trayecto de 20 horas donde no se le permitió comer ni comunicarse con nadie. En el camino fue víctima de tortura psicológica y de tocamientos, además de amenazas de muerte.

En su momento, trascendieron audios de las llamadas entre Kamel Nacif y el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, donde éste último le externa su apoyo al empresario para imponerle un correctivo a la periodista. De las 10 personas que detuvieron a Lydia Cacho el 16 de diciembre de 2005, cinco eran empleados de Nacif, empresario mexicano de origen libanés.

En noviembre de 2007, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se abstuvo de señalar al gobernador Mario Marín, como supuesto responsable de la violación a las garantías individuales de la periodista, debido a que no se demostró la existencia de una falta grave a sus derechos.

En el mes de agosto el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas emitió una resolución que exige al Estado mexicano reparar el daño a la periodista, procesar a los responsables de las violaciones cometidas y derogar de los códigos penales los delitos de difamación y calumnias, pues permiten al poder político y económico utilizarlos como armas contra los informadores.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), denunció también que la periodista sufrió amenazas en 2012 de presuntos delincuentes señalados en su libro Esclavas del Poder, vinculados con la trata de mujeres para la prostitución.

En lo que va de año han sido asesinados 10 periodistas, de acuerdo a la cuenta del CPJ, el último. Alejandro Márquez, fue asesinado el 13 de diciembre. México ha sido considerado como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo al mismo nivel que Siria, según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF), que cifra en 21 los periodistas desaparecidos.

Las investigaciones que ha hecho Artículo 19, con oficinas en México, han detallado que el 96% de las desapariciones se ha identificado un antecedente de la cobertura informativa relacionada con temas de corrupción y de seguridad.

La detención de Alejandro Rocha en Puebla es la primera captura de un asunto relevante que lleva a cabo la Procuraduría General de la República (PGR) en el nuevo Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

NOTA PUBLICADA POR ELPAIS.COM

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